Te escribo para olvidarte.
Porque
las palabras entran mejor por los ojos.
Porque no hay cosas que nunca te
dije.
Porque no quiero una despedida con
bucle infinito y vuelta a empezar.
Porque la vida contigo era bonita, pero sin ti tiene que ser mucho
mejor.
Quiero reafirmar esto como un
contrato. Un contrato por escrito, indefinido, a jornada completa e
inevitablemente con muchas horas extras.
Me contrato a mi misma con el
objetivo de olvidarte. Aunque más que un contrato debería escribir una hoja de
reclamaciones, porque lo que me vendiste no era como lo pintabas, corazón.
Oro
parece plátano es.
Las clausulas fundamentales para
el cumplimiento de dicho contrato han de seguirse cueste lo que cueste.
Nada de
lloriqueos.
Expongo:
1. El
lugar donde se celebrará el contrato será en cualquier lado. Cualquier lado que
no me recuerde a ti. Cualquier lado en el que sonreía antes de haberte
conocido. Un bar estaría bien. Después de la firma del presente contrato,
brindaría con una copa de ron a tu salud por escribirte para olvidarte.
2. Me
asigno como tareas: no hablarte a ti, no hablar de ti, que no me hablen de ti.
No hacer caso a ningún mensaje sin coherencia a las 6 de la mañana (TAREA MUY
IMPORTANTE). No hacer caso a ningún mensaje con menos coherencia todavía
después de tu dulce resaca. Si me hablas, mi principal tarea será ignorarte.
Como eres de los de cuando yo no quiero, tu quieres, si insistes, muy
educadamente te mandaré a freír espárragos. Sin contemplaciones. Lo más difícil
se hará cuando te vea por primera vez después de la firma del contrato, pero
puedo superarlo. Te he dicho que no muchas veces y eran todas mentira, no voy a
negarlo. Y tú lo sabías. Los dos lo sabíamos.
Pero nunca había escrito para olvidarte. Y esto tú, no lo sabes.
3. No
se encuentran reguladas las vacaciones en este tipo de contrato. No existen. No
insistas. Trabajo duro las 25 horas los 367 días del año. No se contemplan los
festivos, los fines de semana, ni siquiera los descansos entre jornadas. Porque
tener vacaciones en este contrato significaría recordarte, y no quiero una
depresión post-vacacional de vuelta al trabajo, gracias.
La recompensa salarial es una
cuantía beneficiosa de dignidad y autoestima que he perdido gracias a tu
turismo emocional. La recompensa es poder decirte algún día que te he olvidado
sin que sea mentira y que sigue sin haber cosas que no nunca te dije, porque
con esto te lo estoy diciendo todo, aunque tú no lo sepas.
Este contrato no se puede rescindir, anular, invalidar, cancelar, abolir,
revocar. Escoge el sinónimo que creas conveniente, pero créetelo.
En la vida hay trenes que solo pasan una vez. Yo he
pasado muchas veces pero esta es la última. Porque te escribo para olvidarte.
Me ha encantado y emocionado tu contrato. Creo que yo también tengo que firmarlo. Ya toca.
ResponderEliminarOlé!
ResponderEliminar